miércoles, 26 de diciembre de 2012

Do, Re, Mi, Fa, Sola




Derramó las joyas sobre el piano
Dejó las ropas y los miedos
Sus delirios quedaron en el suelo, desparramados
Acurrucados en el rincón, al lado del cadáver.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Involución



El extraterrestre se sentó sobre el hombre
Que se sentó sobre el mono
Que lo hizo sobre los dinosaurios,
Que se extinguieron al no encontrar donde sentarse.

viernes, 14 de diciembre de 2012

lunes, 10 de diciembre de 2012

El Hombre Que Colgaba de Sí Mismo - FINAL




Soñé muchas cosas en mi vida, pero nada tan extraño como estar en medio de un inmenso hormiguero.
Al principio sentía el olor húmedo de una lluvia de primavera, las primeras gotas que levantan el polvo de las calles de tierra ó del césped recién cortado por las mañanas. Me bamboleaba mientras veía pasar sobre mi las nubes blancas en un cielo celeste más potente que de costumbre. Me metía por lugares insólitos, veía árboles gigantescos mientras bolas como pelotas de básquet caían por doquier, ví esa manguera como el tentáculo de un monstruo marino salido de historias contada por piratas. Me sentí diminuto, pero lo fue más al adentrarme en un hueco en la tierra sintiendo el sonido de miles de hormigas, una de ellas me llevaba como si fuese comida sobre su espalda. Cientos de túneles se dibujaban ahí abajo, la oscuridad se apoderaba de casi todo y yo iba al encuentro de una muerte segura en las mandíbulas de las hormigas, me imagine siendo deglutido por las larvas que la Reina había expulsado de su cuerpo. El sonido de los insectos era inquietante, no podía gritar ni moverme, hacía un esfuerzo por mantener mi alma en el cuerpo, que no me abandonase en ese instante final.

viernes, 7 de diciembre de 2012

El Hombre Que Colgaba de Sí Mismo (3º Parte de 4)





Aquel día la sala de guardia del Hospital Rivadavia fue una locura. No se si el común de la gente recordará lo que sucedió el miércoles 22 de febrero de 2012 en la estación de trenes de Once a eso de las 08:33 antes del mediodía; en cambio para mí ese será un día que no olvidaré jamás. Y evidentemente los acontecimientos de esa mañana se me presentan ahora como los viejos fantasmas de las navidades pasadas que sometían a Ebenezer Scrooge en el cuento de Charles Dickens.
Nos enteramos del accidente del tren de TBA por mensaje de texto y, salvo quienes ya estaban en el hospital o aquellos que estaban fuera de la ciudad, todos los médicos, enfermeras y demás personal indispensable para tratar tal tragedia nos presentamos inmediatamente.

martes, 4 de diciembre de 2012

El Hombre Que Colgaba de Sí Mismo (2º Parte de 4)




Pasado unos segundos, presa del agotamiento, dejé de sacudirme. Transpiraba mares y el gusto salado me invadía la boca que mantenía abierta.
Me obligue a tranquilizarme.
Miré nuevamente el espejo.
Me miré.
Y reconocí mi rostro.
Cada una de las imágenes de mi vida me engulló como un tsunami, golpeándome primero con su ola inmensa para luego arrastrarme por mi propia historia.
Ya sabía quien era yo.
Mi nombre es…